19 sept 2010

Lecciones de autonomía responsable



“Siembra un pensamiento y cosecharás un acto; Siembra un acto y cosecharás un hábito; Siembra un hábito y cosecharás un carácter; Siembra un carácter y cosecharas un destino”. Charles Reade
Lo sucedido con la Ley de Educación Superior, es el testimonio de lo que puede pasar con el Código Territorial, Autonomía y Descentralización, COOTAD.

Siendo la autonomía, la integración nacional y de las regiones un planteamiento político, que incluye planificación, decisiones y recursos, la oligarquía y burocracia centralista, cree ser acreedora del designio conceptual de la autonomía.

Los centralistas confundiendo las cosas, han llegado a la conclusión que la autonomía debe ser responsable, es decir, cumplidora con un tercero, precisamente con ellos.

Pero la autonomía es la capacidad de darse uno mismo conceptos, normas y recursos, conforme a las cuales orienta y construye su propia vida.

La autonomía debe ser ejercida responsablemente, simplemente porque la autonomía debe ser total, participativa, conciente, competente sino no es autonomía.

Manabí durante casi dos siglos ha buscado su autonomía, ha acusado al centralismo por su atraso económico y la discriminación política.

El autonomismo ha estado siempre latente, aunque no lo parezca. Asimismo, siempre habrá quienes se opongan, sean de derecha o izquierda, los hubo antes de los forajidos, los habrá después de ellos.

Sus pobres argumentos ya son conocidos: separatistas, cuando anhelamos la unidad nacional; que la recaudación de impuestos es pésima, pero la mayoría de los comerciantes manabitas dice que declara y paga, lo hacen por cultura tributaria o por temor a las inflexibles brigadas del SRI que clausuran y multan por doquier. La comunidad trabaja y produce, pero el ingreso percápita es muy bajo. Nos han dicho “mantenidos”, “irresponsables” y por sobretodo “corruptos”. Para este gobierno, el Carrizal-Chone es el mayor ejemplo de nuestra supuesta corrupción.

Dice Correa: durante la partidocracia, en Manabí todo era corrupción en el CRM, JRH, Emelmanabí, Autoridad Portuaria de Manta, aduanas, municipios. ¡Pobre él!, durante más de 4 años en el poder, ni en el Ministerio de Finanzas ni en la Presidencia de la República ha podido probar que un solo manabita es corrupto. Es decir, nosotros hemos estado equivocados, ¡la partidocracia corrupta habría sido un mito!

Un mito seguro será la autonomía, un proceso complejo que para implantarlo no es suficiente el Código Territorial, Autonomía y Descentralización, COOTAD. Sin embargo, al automarginarnos en su elaboración, todos incluyendo los asambleístas, cedemos nuestros derechos pero tendremos que asumir como propio lo hecho sin nuestra participación y ya no podremos beneficiarnos de nuestras potencialidades y esfuerzos.

El gobierno regional de Santo Domingo le restará al presupuesto al menos el 22 por ciento de lo que le corresponderá al gobierno provincial, municipios y juntas parroquiales manabitas. Desde ya la proyección de los recursos es negativa porque la “Manga del Cura” será la retribución a Guayas por Santa Elena, Charapotó y San Isidro no serán todavía cantones pese a merecerlo, Junín, Olmedo, Rocafuerte y Junín no podrán crear parroquias, etc.

Sin importar realmente quienes somos, el centralismo puede quitarnos a todos lo que pronto nos quitará a los universitarios con la Ley Orgánica de Educación Superior.

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