Para los manabitas, la autonomía es el derecho y la capacidad efectiva de regirse por uno mismo; también, la autonomía está estrictamente ligada a la problemática cultural y territorial de las autonomías locales.
La autonomía trata una cuestión natural, individual, propia de cada persona que nace libre y es capaz de mantenerse como tal, jamás como un sujeto socio-político que deberá conformarse con que le repartan, según capacidades y necesidades, definidas por parámetros de una élite dirigente.
Se trata también de una cuestión política: indistintamente de su actividad y posición socioeconómica, los sujetos libres de un territorio deciden tomar su destino por sus propias manos, aportando su capacidad al desarrollo y unidad nacional.
Correa y su círculo no coinciden con nuestras ideas autonomistas, ni con la apertura semántica de la palabra autonomía y su mayor grado de oscilación conceptual; tampoco con todas las ideas marxistas, en particular sobre autonomía.
Los marxistas relacionan autonomía con la autodeterminación de los pueblos, autonomía integral, autonomía política del proletariado, autogestión, autoactividad, autonomía relativa del Estado, la pérdida de autonomía del obrero frente a la máquina, etc.
La autonomía figura como un elemento relativo de construcción de la independencia/asociación del sujeto-clase, en que el desarrollo de cada persona condiciona el desarrollo de todos los miembros de la comunidad.
Para Marx, Engels y demás ideólogos de la clase proletaria “El movimiento proletario es el movimiento autónomo de una inmensa mayoría en interés de una mayoría inmensa” (…). Autonomía es como principio, la ruptura política y la expresión del poder de la clase para sí.
Para los marxistas la autonomía es INDEPENDENCIA DE CLASE –subjetiva, organizativa e ideológica– en el contexto de la dominación capitalista burguesa y también es EMANCIPACIÓN, como modelo, prefiguración o proceso de formación de la sociedad emancipada.
Según Massimo Modonesi, la idea de autonomía como horizonte de emancipación vuelve a aparecer con una frecuencia e intensidad sorprendente a inicio de milenio, surge explícitamente en el proyecto del neozapatismo en México a partir de 1994, pero vinculada a la temática de la autodeterminación territorial y sociocultural indígena más que a la formación de subjetividades anticapitalistas.
Es decir, los marxistas creen en la lucha de clases, en una autonomía de lucha cotidiana, que se construye en la coordinación espontánea de los actos políticos conscientes de una colectividad.
En palabras de Modonesi, los filósofos Marx y Engels entienden al comunismo, como un movimiento real que anula y supera el estado de cosas actual. En esta dirección, la autonomía puede pensarse como sinónimo de comunismo.
Después de esto, ¡más claro imposible! CORREA Y SU CÍRCULO EN NINGUNA FORMA SON AUTONOMISTAS. Correa miente cuando dice creer en las autonomías y los Gobiernos Autónomos Descentralizados, porque él y su círculo son centralistas, concepto eterno, que perpetúa el poder y la riqueza en la oligarquía quiteña.
Correa y su círculo petrificado, no tiene ideología alguna y ni en miles de años podrían entender que la autonomía es libertad, capacidad de establecer normas, relaciones de poder, relación entre sujetos iguales y libres. Por eso, mejor es Marx que Correa. Por tanto, el economista de Carondelet, tiene que regresar a la Universidad a estudiar la Teoría del Autonomismo, el marxismo y hasta economía!.
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