21 sept 2015

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DEL MANABITISMO

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DEL MANABITISMO

1.- Amar a Manabí sobre todas las cosas.

Manabí es la Madre. Manabí es la utopía. Manabí es el destino. El presente y el futuro. El pasado y la identidad.

Todo está en Manabí. Todo cabe en su nombre.

Manabí debe ser nuestro Credo. Nuestra FE. Nuestra razón para vivir.

Como la Patria Chica. Como nuestros padres. Como nuestros hijos.

La totalidad es Manabí. El blasón más importante. El orgullo de haber nacido aquí, donde empieza y termina el Universo. Donde el Cosmos tiene su principio y su fin. La "tierra bella cual ninguna". Donde está nuestra cuna y nuestra mortaja 
!Manabí es nuestra razón para vivir¡

2.- No invocar el nombre de Manabí en vano.

Quien no hable con sinceridad, no debe mencionar el nombre de Manabí. Ni el político falsario; ni el demagogo, ni el titiritero, tienen cabida en los espacios del Manabitismo. No usar la causa de Manabí para lograr apetitos personales. No usarlo como escudo para encubrir la traición a las aspiraciones populares.

La propuesta es servir a Manabí y no servirnos de Manabí. El que traiciona la causa manabita, traiciona a su Patria, a su hogar, a su familia.

3.- Enaltecer las fechas del manabitismo.

La causa por excelencia de civismo provincial, se llama Manabitismo. Enaltecer nuestras fechas históricas, para mantener vigente el amor al terruño, es uno de nuestros objetivos.

Tres deben ser las fechas de recordación especial, el 25 de Junio de 1824, fecha de creación de la provincia de Manabí, el 5 de Junio de 1895, inicio de la Revolución Liberal dirigida por el manabita, Eloy Alfaro Delgado; el 6 de Julio de 1998, fecha de la Asamblea Popular, realizada en el Municipio de Portoviejo, donde se decidió iniciar la lucha para convertir a Manabí en la primera REGIÓN AUTÓNOMA DEL ECUADOR.

4.-  Honrar la provincia: no dividirla.

Manabí tiene identidad histórica y geográfica. Desde la época aborigen hasta el presente, somos la unidad regional de mayores singularidades identificatorias en el Ecuador.

Por eso, la unidad de los manabitas es requisito indispensable para estructurar cualquier proyecto histórico. Solamente la unidad provincial nos hará fuertes y respetables.

El centralismo y bicentralismo, junto a la corrupción, son los grandes gestores de nuestro retraso . Ellos pretenden dividirnos para seguir reinando. Por eso, cualquier problema de la gran familia manabita, tenemos que resolverlo con democrática y equitativamente entre nosotros.

Que nadie hable de división provincial, que sería como renunciar a nuestra historia. Se impone, por el contrario fortalecer la unidad provincial para enfrentar el desarrollo integral en la perspectiva del nuevo siglo.

5.- No matar el civismo.

La educación, la ciencia y la cultura constituyen pilares fundamentales en la construcción del Manabitismo. El civismo y la educación nos darán la fortaleza necesaria para enfrentar al presente y al futuro.

Nadie puede atentar contra el civismo provincial so pena de convertirse en delincuente moral.

Que desaparezca la "crónica roja" contra el civismo regional. Un pueblo sano, física y moralmente, ayudará a forjar el futuro.

6.-  Luchar por la Región Autónoma.

Manabí es la pionera de esta propuesta en el país. Un auténtico cambio estructural en el manejo del territorio del Estado, constituyente la REGIÓN AUTÓNOMA. ni el centralismo, ni federalismo. La autonomía regional, para administrar con plena soberanía nuestros recursos físicos y humanos; la descentalización política económica y administrativa; la autogestión y la confianza en nuestras propias capacidades, harán de Manabí, un ejemplo a seguir para las otras provincias de la patria. Manabí está llamada a ser la que lidere esta iniciativa de cambio y desarrollo regional.

7.- No hurtar los dineros del pueblo.

El gran propósito del Manabitismo es también combatir la CORRUPCIÓN. De nada valdrá ningún cambio histórico, sino lo acompañamos del combate a la corrupción, en todas sus manifestaciones y especialmente en el área económica.

Los dineros públicos son sagrados. Quién los utiliza en su propio beneficio, comete delito de máxima gravedad.

Los administradores de los dineros públicos deben ser ejemplo de honradez, los que violaren esta norma, merecen las mayores sanciones. El Manabitismo es también poner de moda la honestidad y la decencia en el manejo de los dineros públicos.

8.- No levantar falsos testimonios, ni mentir, ni calumniar.

Desterrar la mentira, la calumnia, la insidia, la maledicencia, el destruirnos los unos a los otros, son normas del Manabitismo.

Se impone una nueva concepción entre las relaciones éticas de la comunidad provincial. Debemos cambiar la mentalidad para cambiar la vida cotidiana.

Nos enseñaron a destruirnos entre nosotros y por eso hemos llegado al borde del abismo. Es hora de renacer, con una nueva educación, que partiendo del hogar se proyecte a toda la sociedad.

El pluralismo, la tolerancia, la fraternidad, la fe en la humanidad, serán los nuevos paradigmas impulsados por el Manabitismo.

9-. No envidiar el progreso de otros cantones.

Los manabitas somos una sola y gran familia. El progreso de uno, será el progreso de todos. La competencia fraterna y solidaria será el motor del nuevo desarrollo. No habrá por tanto, enemistades, ni rivalidades cantonales. Ni manabitas del norte, ni del centro, ni del sur.

Una sola gran provincia, poderosa y unida. Solidaria y fraterna. Compartiremos el bienestar y la riqueza colectiva. El trabajo de todos servirá para todos.

Del mar a la montaña, del campo a la ciudad, un solo Manabí, con todos sus cantones luchando, trabajando y viviendo como hermanos. Así como demanda la historia, para convertirnos en el ejemplo del Ecuador. Porque tenemos todas las condiciones y recursos para alcanzar esas metas.

10.- No codiciar los bienes ajenos y derrotar la corrupción.

No habrá auténtico Manabitismo mientras subsista la corrupción. Ningún cambio será real, mientras exista el manejo deshonesto de los dineros del pueblo.

La REGIÓN AUTÓNOMA  solamente será posible si erradicamos la corrupción política y administrativa. De lo contrario de nada valdrá luchar por mejorar la administración descentralizada con autonomía del territorio del Estado, si continuará la misma corrupción, que ha fomentado el centralismo.

El Manabitismo es por tanto, un cambio radical, esencial y definitivo de todos los vicios en la administración del Estado. 
Un esfuerzo colectivo para construir una nueva sociedad, una nueva provincia, un país diferente.

Es la única y última posibilidad para ingresar vigorosos y optimista al nuevo milenio, al nuevo siglo. La era del Manabitismo ... por MANABÍ, REGIÓN AUTÓNOMA, para ejemplo del nuevo Ecuador.






19 sept 2015

Editorial: Tomado del Semanario de El Autonomista el 25 de julio de  2008

¡ EN MANABÍ GANARÁ EL NO !

Será la mejor sanción del pueblo manabita,contra el Presidente Correa y la Asamblea Constituyente, que nos negaron la Autonomía provincial. El mayor castigo para este régimen que nos engañó ofreciendo una autonomía que nunca cumplió. Contra esa Asamblea que se manejó entre el ridículo y la mentira y que hoy termina envuelta en contradicciones, "sin pena ni gloria".

Las heridas cívicas que ha recibido Manabí, no tiene parangón en nuestra historia. Por que usaron el nombre de Manabí; el nombre de Alfaro, para burlarse de las más sentidas aspiraciones de nuestro pueblo.

Ni siquiera un pedido tan nuestro, como reconocer la soberanía manabita sobre el territorio de "LA MANGA DEL CURA", pudieron consagrar esa mayoría oficialista; que en cambio sí satisfizo a los centralistas de Quito, Guayaquil y Cuenca demostrando que la "Patria es solamente de ellos".

Y cuánta pena nos producen los Asambleístas manabitas, que no pudieron conquistar  ni siquiera la más insignificante victoria para los ideales de nuestra tierra. La historia se encargará de juzgarlos y ponerlos en el lugar que merecen. 

Por eso, la decisión mayoritaria de esta provincia será por el NO en el próximo referendo, para castigar a los presuntos salvadores de la Patria, que resultaron ser unos embaucadores de la esperanza popular.

En todo caso, los últimos días de la Asamblea de Montecristi, han resultado ser un rosario de violaciones y adulteraciones de los textos aprobados en un primer momento,que luego han sido grotescamente cambiados.

Ingerencias extrañas en dicha Asamblea,de funcionarios de as Presidencia de la República de del mismo Presidente;además de asesores extranjeros, deslegitiman el proyecto de Constitución que sale de Montecristi, al punto que ya se escuchan voces de diversos lugares del País que profetizan que dicho cuerpo legal, jamás podrá entrar en vigencia, porque desordena totalmente la vida nacional.

Se afirma que nunca antes, en la historia constitucional de la República, han ocurrido las violaciones y adulteraciones que tiene la nueva constitución, lo que se da una razón más para que el pueblo ecuatoriano la rechace en el inminente referendo.

Por todas estas consideraciones, se reafirma la decisión del pueblo manabita de pronunciarse por el NO para que los olímpicos asambleístas del partido gobernante y el propio primer mandatario, sientan el tremendo error que cometieron al negarnos la Autonomía Provincial; y será un nuevo Congreso Nacional, el que pondrá en orden los atentados cometidos al Derecho Constitucional.

Es decir, la Autonomía manabita, no ha perdido la batalla,y más temprano que tarde, será consagrada definitivamente en un nuevo texto constitucional, que rectifique los errores cometidos en Montecristi.

5 may 2011

Los Caras y sus vicisitudes

Uno de los ecos de la inauguración del puente Los Caras, es el renovado interés de Los manabitas por conocer las vicisitudes del litoral norte de nuestra provincia (desde Charapotó hasta Pedernales) y la posibilidad de integrar mejor la experiencia y potencial de ese extenso territorio con Manta y otras ciudades manabitas.

El Gobierno de Caráquez fue una importante provincia del Imperio español entre 1562-1590. Su capital era Bahía de Caráquez, con una superficie 13,000 km2. Los territorios, poblados y comarcas actuales que fueron en su momento incorporados a la jurisdicción del Gobierno de Caras son los siguientes: Sucre, San Vicente, Jama, Pedernales, Flavio Alfaro, Chone, Bolívar, Pichincha, El Carmen, Manga del Cura, Junín, Tosagua, parte de los territoriales de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, segmentos territoriales de los cantones El Empalme y Balzar, en la provincia del Guayas, bandas territoriales de los cantones Valencia y Buena Fe de la provincia de Los Ríos y los territorios del sur de la provincia de Esmeraldas.

El Gobierno Civil de Caráquez, Provincia de Caráquez o Gobierno de Carán, citado en otras versiones históricas como Gobierno de Caras o Gobierno de Cara fue una entidad territorial ultramarina fragmentaria e integrante del Imperio español en lo que entonces era denominada como las Indias.

En la Historia moderna del Reyno de Quito y crónica de la provincia de la Compañía, publicada en 1789, el padre Juan de Velasco, hizo una descripción generalizada sobre la antigua Gobernación de Caráquez: el Virrey del Perú, Diego López de Zúñiga y Velasco, fundó en 1562, con poca gente española y con alguna indiana, la pequeña ciudad de Cara, sobre los mismos vestigios de la antigua que eran de piedra regularmente labrada.

Ni esta ciudad, ni los pequeños pueblos de indianos, que estableció en su comarca, pudieron persistir interrumpidamente. Sí había algunas tribus indómitas en lo interior de los bosques, que jamás fueron conquistas.

La fundación de la ciudad de Caráquez o Cara se asentó sobre los indicios de la antigua ciudad indígena de Carán. Velasco se refiere a la ciudad que había destruido y saqueado el malévolo Pedro de Alvarado décadas antes. Apenas se salvaron el suelo labrado y esculpido, y las esculturas que hasta hoy envuelven belleza y misterio.

En el siglo XVII, el presidente de la Real Audiencia de Quito, Antonio de Morga, la refunda nuevamente como Villa de San Antonio de Caráquez, para volver a extinguirse e inhabitarse por décadas nuevamente, hasta poblarse a finales del siglo XVIII. En conclusión, la actual ciudad de Caráquez tuvo que fundarse muchas veces porque desastres naturales y pestes.

Pero eso no fue todo, otro elemento, de carácter político, que justificó no desarrollar a Caráquez fue el miedo que atormentó a las autoridades españolas de la Real Audiencia de Quito a que los piratas llegasen por medio de Bahía de Caráquez hacia el eje centralista quiteño. Serán las decisiones centralistas entre los siglos XVII y XX que impedían se construya “el puente” que una esta región con el desarrollo que le hubiera permitido dinamizar su economía y lograr su propia autonomía.

Los Manabies y Los Caras

Los Manabies y Los Caras son tan verídicos e incontrastables como el puente inaugurado el pasado 3 de noviembre, por el Presidente Rafael Correa y 30 mil manabitas que estuvieron allí presentes.

Basta con ir a las fuentes más autorizadas y consultados por siglos: Bartolomé Ruiz de Estrada, Diego de Trujillo Páez, Miguel de Estete, Cieza de León, Miguel Cabello Balboa, Tomás de Berlanga, Agustín de Zarate.

Don Alberto Molina García, dijo: “…entre las nueve principales tribus que moraban estas comarcas constaba la tribu MANABIES, que suprimiéndole el plural, quedaría netamente como MANABÍ, seguramente SERÍA ESO LO QUE VERIFICÓ LA COMISIÓN que propuso la erección de la provincia con este nombre”. Acertadamente, el venerado Cronista Vitalicio de Portoviejo tomó de Antigüedades de Manabí del Prof. M.H. Saville, la siguiente conclusión: “En todas las tempranas relaciones, concernientes al descubrimiento y colonización de Manabí, el nombre no aparece, pero se llama Provincia de Portoviejo, También tenía otros títulos como: GOBIERNO DE CARA, Tenencia de Portoviejo, Gobierno de Guayaquil y Provincia de Manta”.

En el Siglo XX, arqueólogos de renonbre como Max Uhle, G.H.S. Bushnell, Udo Oberem, Allyson Paulsen, Rex Gonzalez, realizaron importantes aportes a las relaciones continentales de los mayas y diversos pueblos americanos, entre ellos, los manabitas.

En mayo del 2009, visitó Bahía de Caraquez una misión científica de la National Geographic, encabezada por el experto Johan Reinhard, quien valoró el trabajo de Patricio Tamariz, pionero en las exploraciones submarinas para rescatar el patrimonio Cara.

Cara, según la Real Academia de la Lengua: (Del topónimo Cara, bahía donde fundó esta etnia una ciudad). adj. Se dice del individuo de un pueblo amerindio, primer poblador de la Costa y la Sierra norte ecuatoriana. U. t. c. s. || 2. Perteneciente o relativo a los caras. || 3. m. Lengua hablada por los caras.

Y contrario a lo que se cree, nada tiene que ver con la cara. (Del lat. cara) que es la parte anterior de la cabeza humana desde el principio de la frente hasta la punta de la barbilla.

En el mejor de los casos, podríamos tratar de aceptar aquella idea que proviene de la tradición, que siendo la forma y presentación de la cara era lo más significativo de los individuos Caras; los ignorantes conquistadores españoles, despectivamente, despreciando los vestigios y poblaciones autóctonas, les apodaron así.

Sin embargo, mucho más creíble que el origen del nombre de Los Caras, lo encontraríamos en el área maya y podría estar relacionada con una selva de la actual Honduras que era el gran nidal de unas aves que caracterizaban aquella región.

Los Caras eran parte de los Manabies y su fama legendaria también podría deberse a que entre sus miembros se encontraban los shyris, una elite guerrera profesional especializada en explorar nuevos territorios. Ellos fueron los primeros Caras en abandonar totalmente Manabí, que pese a ser un paraíso para la pesca, caza y agricultura, no frenó su búsqueda, centenariamente lenta pero decidida, de energía cósmica, riquezas minerales y misteriosas ofrendas religiosas.

Después de los Shyris, se sumaron otros grupos Caras y dejaron su marcado su aporte a una nueva civilización en territorios donde se consolidará la inmortal, libre e indómita NACIONALIDAD ECUATORIANA.

Estos antecedentes son una cuestión fundamental para los manabitas, pero no hemos sido capaces hasta ahora, de conocer y difundir nuestra historia. Hasta ahora en vez de una labor sistémica de las instituciones provinciales llamadas, hemos tenido que conformarnos con la tradición oral y el trabajo de los Molina, Hidrovos, Santos, Dueñas, Estradas, Buenaventura Moreira, Sánchez, Arteaga Parrales, Vaca Vera, Intriago Macías, que a pesar de ser heroico y valiosísimo, han sido insuficientes.

Ahora es el tiempo, en que gracias a una gran obra pública, dos alcaldes rescataron los orígenes de su región, provincia y el Ecuador: LOS CARAS. Y es el tiempo de Ciudad Alfaro, para que en función de su capacidad académica, económica y administrativa, reedite su valioso aporte de JABONCILLO-HOJAS, en esta materia.

Con el decidido apoyo de los GAD de Sucre y San Vicente, Ciudad Alfaro, universidades, medios de comunicación y otros entes sociales se impulsará el reconocimiento de LOS CARAS y así superar legítimas pero innecesarias controversias como aquella del nombre del puente recientemente abierto.

Decididamente CON EL PUENTE LOS CARAS estuvieron Carlos Mendoza, Humberto García, Ma. Ángeles Duarte, Verónica Rodríguez, Fernando Zambrano, Alfonso Delgado González, Cristina Ruperti, Eduardo Rodríguez Coll, Eder, Cevallos, Arturo Pita, Joselías Sánchez, entre otros.

Otros destacados nombres propuestos: Unidad Nacional, Bahía-San Vicente, Rafael Correa Delgado, Eloy Alfaro. Y hubo muchos otros, por la oportuna iniciativa del Ec. Ricardo Zambrano, gerente de Proyectos del MTOP y su correo electrónico: puentemaslargodelecuador@yohoo.com; sondeo de opinión que apoyó mayoritariamente idea de LOS CARAS.

Una idea extraña fue la de Fernando Mantilla, quien propuso El Gran Puente; que de haberse aprobado podía ser manipulado políticamente, ya que pese a ser una impresionante obra de 1.980 metros, el puente más grande de Ecuador y el segundo más largo en la Comunidad Andina, existen más de 250 puentes en el mundo mucho más grandes que el nuestro.

La historia probará la grandeza de LOS CARAS y el servicio público, uso, duración, el esplendor del PUENTE. Es obligación de todos los manabitas cuidar ambos patrimonios. Los periodistas de la provincia ya hemos intentado hacer un pequeño aporte. ¡Manabí merece mucho más!