Hay gobiernos que quieren hacer creer a los pueblos que los derechos humanos (DD. HH.) son canjeables: ustedes elijan, estabilidad o DD.HH.; qué prefieren, seguridad o DD.HH.; será mejor desarrollo económico, que DD.HH. La cuestión es que para el poder (sea de derecha, centro o izquierda) lo esencial pasa a ser accesorio, aunque en su cínico discurso prevalezcan los derechos humanos.
El caso de Cuba, está envuelto de controversia y debate, varios informes de derechos humanos señalan que el gobierno de ese país restringe la libertad de expresión, somete a torturas, realiza detenciones arbitrarias y procesos con fines propagandísticos.
Cuestión que dejó de ser una duda, cuando Orlando Zapata Tamayo, murió luego de pasar 85 días en huelga de hambre. El disidente Zapata, de 42 años, murió en el hospital Amejeiras de La Habana, se trata del primer deceso por esa causa en 40 años en la isla caribeña.
La muerte de Orlando Zapata pudo evitarse, ya que existen procedimientos médicos para evitar que una persona que está en huelga de hambre muera de inanición. Lo sucedido a Zapata es considerado por algunos un caso de eutanasia, para otros de homicidio. En todo caso se trata de una paradoja, ya que Cuba es reconocida por sus avanzados estudios en medicina y en este caso Hipócrates, quedó en la leyenda griega.
Zapata se encontraba en prisión desde 2003 por participar en una huelga de hambre, pero su condena se habría elevado a 25 años y seis meses de prisión por diversos delitos como desacato, desorden público y resistencia. Para el régimen cubano Zapata era un "mercenario" a sueldo de Estados Unidos, en cambio para las organizaciones de derechos humanos era un preso político. Para los familiares de Orlando Zapata Tamayo, no era sino uno de ellos, negro y pobre, pero un ser rico en ideas y esperanzas.
Una vez que se difundió la muerte de Zapata, hubo la condena de varios gobiernos, pero ninguno de ellos pareció franco, sino con interés político –como ha sido siempre- recordemos que la Unión Europea en 2003 impuso sanciones contra Cuba, que posteriormente, en 2007, le fueron levantadas, sin justificaciones ni resultados.
Ciertamente el gobierno de Cuba ha logrado legítimos reconocimientos a sus logros en materia Derechos Humanos. Cuba se destaca en el cumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales, esto en el área de la salud y la educación fundamentalmente. Cuba es un país sin desnutrición infantil, tiene uno de los mejores Índices de Desarrollo Humano de la región y su atención al ambiente está entre los 10 mejores del mundo.
Los cubanos tienen garantizados algunos de sus derechos humanos como la salud, la educación, el deporte y la cultura. La instrucción es gratuita totalmente, no hay analfabetismo, y todos los jóvenes pueden acceder a las universidades.
El acceso universal y gratuito a los servicios de salud constituye uno de los derechos humanos más esenciales, las policlínicas remodeladas, salas de fisioterapia, centros de terapia intensiva y de hemodiálisis.
Estos logros son desconocidos, precisamente por quien es su mayor examinador en materia de derechos humanos: Estados Unidos, potencia que somete a la isla a un severo bloqueo económico desde 1961.
El gobierno cubano, considera que los estadounidenses no tienen autoridad moral para condenar supuestos abusos de derechos humanos en otros países, cuando se ha verificado que en forma reiterativa éstos los violan dentro de sus fronteras y alrededor del mundo.
Los casos de violaciones de los derechos humanos en Estados Unidos son múltiples. Abusos xenófobos, cárceles repletas de gente que clama un juicio justo, aplicación de la pena de muerte, ataques a familias pobres y sin hogar, carencia de servicios médicos y educativos para millones de estadounidenses, ponen en duda el ejemplo que da la mayor potencia mundial en materia de derechos humanos.
Y obviamente, su cuestionada realidad e ímpetu anticubano, no contribuye a dilucidar lo verdadero o lo falso de lo que realmente sucede en la isla de Martí. En todo caso, la muerte de Orlando Zapata Tamayo no será en vano, si en Cuba imperan los derechos humanos y el tema supera la dicotomía Washington- La Habana.
El caso de Cuba, está envuelto de controversia y debate, varios informes de derechos humanos señalan que el gobierno de ese país restringe la libertad de expresión, somete a torturas, realiza detenciones arbitrarias y procesos con fines propagandísticos.
Cuestión que dejó de ser una duda, cuando Orlando Zapata Tamayo, murió luego de pasar 85 días en huelga de hambre. El disidente Zapata, de 42 años, murió en el hospital Amejeiras de La Habana, se trata del primer deceso por esa causa en 40 años en la isla caribeña.
La muerte de Orlando Zapata pudo evitarse, ya que existen procedimientos médicos para evitar que una persona que está en huelga de hambre muera de inanición. Lo sucedido a Zapata es considerado por algunos un caso de eutanasia, para otros de homicidio. En todo caso se trata de una paradoja, ya que Cuba es reconocida por sus avanzados estudios en medicina y en este caso Hipócrates, quedó en la leyenda griega.
Zapata se encontraba en prisión desde 2003 por participar en una huelga de hambre, pero su condena se habría elevado a 25 años y seis meses de prisión por diversos delitos como desacato, desorden público y resistencia. Para el régimen cubano Zapata era un "mercenario" a sueldo de Estados Unidos, en cambio para las organizaciones de derechos humanos era un preso político. Para los familiares de Orlando Zapata Tamayo, no era sino uno de ellos, negro y pobre, pero un ser rico en ideas y esperanzas.
Una vez que se difundió la muerte de Zapata, hubo la condena de varios gobiernos, pero ninguno de ellos pareció franco, sino con interés político –como ha sido siempre- recordemos que la Unión Europea en 2003 impuso sanciones contra Cuba, que posteriormente, en 2007, le fueron levantadas, sin justificaciones ni resultados.
Ciertamente el gobierno de Cuba ha logrado legítimos reconocimientos a sus logros en materia Derechos Humanos. Cuba se destaca en el cumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales, esto en el área de la salud y la educación fundamentalmente. Cuba es un país sin desnutrición infantil, tiene uno de los mejores Índices de Desarrollo Humano de la región y su atención al ambiente está entre los 10 mejores del mundo.
Los cubanos tienen garantizados algunos de sus derechos humanos como la salud, la educación, el deporte y la cultura. La instrucción es gratuita totalmente, no hay analfabetismo, y todos los jóvenes pueden acceder a las universidades.
El acceso universal y gratuito a los servicios de salud constituye uno de los derechos humanos más esenciales, las policlínicas remodeladas, salas de fisioterapia, centros de terapia intensiva y de hemodiálisis.
Estos logros son desconocidos, precisamente por quien es su mayor examinador en materia de derechos humanos: Estados Unidos, potencia que somete a la isla a un severo bloqueo económico desde 1961.
El gobierno cubano, considera que los estadounidenses no tienen autoridad moral para condenar supuestos abusos de derechos humanos en otros países, cuando se ha verificado que en forma reiterativa éstos los violan dentro de sus fronteras y alrededor del mundo.
Los casos de violaciones de los derechos humanos en Estados Unidos son múltiples. Abusos xenófobos, cárceles repletas de gente que clama un juicio justo, aplicación de la pena de muerte, ataques a familias pobres y sin hogar, carencia de servicios médicos y educativos para millones de estadounidenses, ponen en duda el ejemplo que da la mayor potencia mundial en materia de derechos humanos.
Y obviamente, su cuestionada realidad e ímpetu anticubano, no contribuye a dilucidar lo verdadero o lo falso de lo que realmente sucede en la isla de Martí. En todo caso, la muerte de Orlando Zapata Tamayo no será en vano, si en Cuba imperan los derechos humanos y el tema supera la dicotomía Washington- La Habana.