Que el centralismo se consolidó con el apoyo de las elites de la partidocracia guayaquileña, a cambio de cogobernar el país, es una verdad incuestionable e irrefutable.
Tratar de confundir al país, difundiendo la tesis que el problema nacional no es el bicentralismo sino el régimen seccional autónomo y el proceso de descentralización “a la carta” desde el gobierno nacional hacia los gobiernos seccionales, es ocultar a los centralistas, rechazar el proceso histórico de la descentralización e interpretar mal el mediano éxito de unas pocas prefecturas y municipios (Azuay, Loja; Jama, Santa Ana. Cotacachi, Ambato) en las competencias que con responsabilidad han asumido.
Desarmar un país para volverlo a armar en base a territorios y gobiernos intermedios y locales centralizados en sus competencias, es desconocer el valor de la población e idiosincrasia de los pueblos, que formando una Nación, somos diversos.
Una población es un conjunto de individuos que ocupan un mismo espacio y tiempo y que comparten cierta cohesión natural y ecológica como grupo. La población tiene ciertos requerimientos similares para la supervivencia y la reproducción, ocupando un espacio generalmente heterogéneo en cuanto a la disponibilidad de recursos.
Dicen que un criterio para rearmar el Ecuador es el territorio -al que suman “población” como elemento secundario- donde el Estado interviene abierta o disimuladamente en forma múltiple (política, económica, genética, ideológica, entre otras). Sin embargo, lo sustancial de territorio es ser una jurisdicción, que para ser valorada universalmente como tal, debe ser autónoma. En el caso de Manabí, ¡Provincia Autónoma!
A quienes quieren desarmar el país, para recentralizarlo, es preciso identificarlos. Por tanto, despierta gran curiosidad qué harán para acabar con el Estado “central” centralista, los Asambleístas María Paula Romo, Tatiana Hidrovo, Norman Wray, José Cordero, Ma. José de Lucca, Paco Velasco, Ma. Alexandra Ocles, Ricardo Zambrano, Tania Hermida, Teresa Benavidez, Virgilio Hernández, Amanda Arboleda, Betty Toala y María Soledad Vela (a quién también, hay que consultar cuando socializó con los manabitas su propuesta del “derecho al placer”).
A Manabí le interesa ser Provincia Autónoma, libre de mancomunidades, lo demás vendrá por añadidura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario