Uno de los ecos de la inauguración del puente Los Caras, es el renovado interés de Los manabitas por conocer las vicisitudes del litoral norte de nuestra provincia (desde Charapotó hasta Pedernales) y la posibilidad de integrar mejor la experiencia y potencial de ese extenso territorio con Manta y otras ciudades manabitas.
El Gobierno de Caráquez fue una importante provincia del Imperio español entre 1562-1590. Su capital era Bahía de Caráquez, con una superficie 13,000 km2. Los territorios, poblados y comarcas actuales que fueron en su momento incorporados a la jurisdicción del Gobierno de Caras son los siguientes: Sucre, San Vicente, Jama, Pedernales, Flavio Alfaro, Chone, Bolívar, Pichincha, El Carmen, Manga del Cura, Junín, Tosagua, parte de los territoriales de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, segmentos territoriales de los cantones El Empalme y Balzar, en la provincia del Guayas, bandas territoriales de los cantones Valencia y Buena Fe de la provincia de Los Ríos y los territorios del sur de la provincia de Esmeraldas.
El Gobierno Civil de Caráquez, Provincia de Caráquez o Gobierno de Carán, citado en otras versiones históricas como Gobierno de Caras o Gobierno de Cara fue una entidad territorial ultramarina fragmentaria e integrante del Imperio español en lo que entonces era denominada como las Indias.
En la Historia moderna del Reyno de Quito y crónica de la provincia de la Compañía, publicada en 1789, el padre Juan de Velasco, hizo una descripción generalizada sobre la antigua Gobernación de Caráquez: el Virrey del Perú, Diego López de Zúñiga y Velasco, fundó en 1562, con poca gente española y con alguna indiana, la pequeña ciudad de Cara, sobre los mismos vestigios de la antigua que eran de piedra regularmente labrada.
Ni esta ciudad, ni los pequeños pueblos de indianos, que estableció en su comarca, pudieron persistir interrumpidamente. Sí había algunas tribus indómitas en lo interior de los bosques, que jamás fueron conquistas.
La fundación de la ciudad de Caráquez o Cara se asentó sobre los indicios de la antigua ciudad indígena de Carán. Velasco se refiere a la ciudad que había destruido y saqueado el malévolo Pedro de Alvarado décadas antes. Apenas se salvaron el suelo labrado y esculpido, y las esculturas que hasta hoy envuelven belleza y misterio.
En el siglo XVII, el presidente de la Real Audiencia de Quito, Antonio de Morga, la refunda nuevamente como Villa de San Antonio de Caráquez, para volver a extinguirse e inhabitarse por décadas nuevamente, hasta poblarse a finales del siglo XVIII. En conclusión, la actual ciudad de Caráquez tuvo que fundarse muchas veces porque desastres naturales y pestes.
Pero eso no fue todo, otro elemento, de carácter político, que justificó no desarrollar a Caráquez fue el miedo que atormentó a las autoridades españolas de la Real Audiencia de Quito a que los piratas llegasen por medio de Bahía de Caráquez hacia el eje centralista quiteño. Serán las decisiones centralistas entre los siglos XVII y XX que impedían se construya “el puente” que una esta región con el desarrollo que le hubiera permitido dinamizar su economía y lograr su propia autonomía.
El Gobierno de Caráquez fue una importante provincia del Imperio español entre 1562-1590. Su capital era Bahía de Caráquez, con una superficie 13,000 km2. Los territorios, poblados y comarcas actuales que fueron en su momento incorporados a la jurisdicción del Gobierno de Caras son los siguientes: Sucre, San Vicente, Jama, Pedernales, Flavio Alfaro, Chone, Bolívar, Pichincha, El Carmen, Manga del Cura, Junín, Tosagua, parte de los territoriales de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, segmentos territoriales de los cantones El Empalme y Balzar, en la provincia del Guayas, bandas territoriales de los cantones Valencia y Buena Fe de la provincia de Los Ríos y los territorios del sur de la provincia de Esmeraldas.
El Gobierno Civil de Caráquez, Provincia de Caráquez o Gobierno de Carán, citado en otras versiones históricas como Gobierno de Caras o Gobierno de Cara fue una entidad territorial ultramarina fragmentaria e integrante del Imperio español en lo que entonces era denominada como las Indias.
En la Historia moderna del Reyno de Quito y crónica de la provincia de la Compañía, publicada en 1789, el padre Juan de Velasco, hizo una descripción generalizada sobre la antigua Gobernación de Caráquez: el Virrey del Perú, Diego López de Zúñiga y Velasco, fundó en 1562, con poca gente española y con alguna indiana, la pequeña ciudad de Cara, sobre los mismos vestigios de la antigua que eran de piedra regularmente labrada.
Ni esta ciudad, ni los pequeños pueblos de indianos, que estableció en su comarca, pudieron persistir interrumpidamente. Sí había algunas tribus indómitas en lo interior de los bosques, que jamás fueron conquistas.
La fundación de la ciudad de Caráquez o Cara se asentó sobre los indicios de la antigua ciudad indígena de Carán. Velasco se refiere a la ciudad que había destruido y saqueado el malévolo Pedro de Alvarado décadas antes. Apenas se salvaron el suelo labrado y esculpido, y las esculturas que hasta hoy envuelven belleza y misterio.
En el siglo XVII, el presidente de la Real Audiencia de Quito, Antonio de Morga, la refunda nuevamente como Villa de San Antonio de Caráquez, para volver a extinguirse e inhabitarse por décadas nuevamente, hasta poblarse a finales del siglo XVIII. En conclusión, la actual ciudad de Caráquez tuvo que fundarse muchas veces porque desastres naturales y pestes.
Pero eso no fue todo, otro elemento, de carácter político, que justificó no desarrollar a Caráquez fue el miedo que atormentó a las autoridades españolas de la Real Audiencia de Quito a que los piratas llegasen por medio de Bahía de Caráquez hacia el eje centralista quiteño. Serán las decisiones centralistas entre los siglos XVII y XX que impedían se construya “el puente” que una esta región con el desarrollo que le hubiera permitido dinamizar su economía y lograr su propia autonomía.